La lactancia constituye un momento clave en la vida del cachorro, es importante vigilar especialmente el período de lactancia de los cachorros, y asegurarnos de que la madre está lo suficientemente alimentada para que todos los pequeños reciban leche materna y evitar así posibles problemas de crecimiento, con el objetivo de conseguir el equilibrio mental del cachorro y su posterior maduración.
El alimento más adecuado para una madre que amamanta a sus cachorros es un pienso especial para perros en crecimiento en la cantidad y frecuencia adecuada llegando a 4 ó 5 comidas diarias. El pienso para los cachorros contiene vitaminas, calorías y calcio que es lo que más suele perder la madre a través de la leche. Los cachorros tienen que poder mamar los primeros 8 o 10 días de vida.
En camadas numerosas, en las que el número de cachorros es superior al de mamas disponibles podemos retirar por turnos de 2 horas a los que hayan mamado rotándolos con sus hermanos, teniendo así todos la oportunidad de mamar. Es imprescindible pesarlos a diario durante los primeros 10 días y después cada 4 o 5 días.
A medida que los cachorros van creciendo, la madre intenta alejarse de ellos poco a poco para que aprendan a ser independientes, apartándolos con un gesto con el que les indica que deben comenzar su propio camino. La gran mayoría de las perras son excelentes mamás, sin embargo, otras son más nerviosas y necesitan ayuda para amamantarlos.
- Vigilar la temperatura corporal, no debe bajar de los 34ºC.
- Observar los pezones de la mamá, si se enrojecen o se irritan acude al veterinario.
- Controlar el peso de los cachorros.
- No manipular en exceso a los cachorros, pondrá nerviosa a la madre y le provocará estrés.
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