Hola a todos los lectores/as de mi blog, un día más me complace escribir para todos vostros un nuevo artículo. inspirado en un problema muy frecuente en la actualidad para todas aquellas personas que comparten la vida con un perro a su lado, por eso he decidido abordar este tema.
Antes de nada desearos que paseis un feliz carnaval 2013!!!
Es muy probable que cuando hablemos de este "problema" con los propietarios, lo primero que decimos es que no es un problema. Es un comportamiento natural, lógico y que sin duda ha sido "reforzado" por los propietarios.
Si regañasemos a nuestro perro por intentar conseguir comida, conseguiremos aparentemente un triunfo, posiblemente al asustarle, cese el comportamiento indeseado... delante nuestro. Habremos conseguidos dos cosas, la primera que nuestro perro deje de mostrar interés por la comida de la mesa, unos minutos para probablemente volver con más ganas en su petición pasado ese breve tiempo. La segunda consecuencia, más grave ... somos impredecibles para nuestro perro, nuestro vínculo seguro sale deteriorado. "¿Por qué te enfadaste, yo sólo hago lo que tú me has ensañado a hacer?", perfectamente podría ser el pensamiento de nuesta mascota.
Si ya tenemos un serio problema y cada vez que comemos es una gran molestia, hay que ponerse manos a la obra.
Un perro que nunca ha recibido comida de la mesa, no pudo cogerla, ni ha
sido castigado por intentarlo, no pide ni molesta. Sabe que no funciona y ¡los perros son muy funcionales!. La educación canina es el establecimiento de unas normas de convivencia que facilite la buena relación entre perros y humanos.
Deberemos seguir unos sencillos pasos para tratar de educar a nuestro perro para no comerse nuestra comida:
- Es importante revisar las rutinas de comidas de nuestro perro, darle de comer dos o tres veces al día. Si le damos su cena antes, es posible que tenga menos ansiedad y respete más la nuestra.
- Durante unos días entregarle un hueso justo antes de empezar nostros a comer, es posible que este entretenido gran parte de la comida sin molestarnos.
- Ante perros muy ansiosos con la comida, enseñarles que es agradable estar en otra habitación mientras comemos, con un kong o un hueso.
- El último consejo es revisar todas las rutinas de paseo y las diarias, para intentar optimizarlas pensando en una posible reducción de estrés.
- A un perro ansioso le resulta dificil estar tranquilo, y darse cuenta de las cosas. Aprender algo y concentrarse no puede ocurrir con la naturalidad deseada por culpa de los procesos fisiológicos asociados al estrés.
En la teoría del aprendizaje, una acción que deja de tener refuerzos, acaba extiguiéndose, por eso es muy importante premiar siempre las buenas acciones de nuestro perro al igual que reprimir las malas hasta conseguir el resultado esperado, eso sí, siempre que sea un castigo sin el empleo de la fuerza física.
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